lunes, 23 de febrero de 2009

Dos semanas y pico...

Han pasado dos semanas y pico desde que decidí matar a Kero. Ya sé que suena mal, pero es la pura verdad. Yo fui quien accedió a sacrificarlo y me siento responsable de su muerte. Me pregunto si habrían cambiado mucho las cosas si no hubiese accedido. ¿Seguiría aquí? Mi padre por fin ha mostrado su opinión  afirmando que no echa de menos al gato enfermo (es decir, él me ha dicho que veía como su cara se estaba deformando y como mostraba una actitud enferma). Mi madre, por su parte, prefiere no recordar ni hablar del tema. A veces suelta un suspiro añadiendo "Echo de menos a mi Mijilla" (aunque lo llamase así, ella estaba de acuerdo con que su nombre era Kero). Y mi hermano es un caso aparte del cual no quiero hablar porque es él.

Ayer fue el cumpleaños de mi madre. Nos fuimos a una hermandad rociera llamada la Blanca Paloma (¡todo muy andaluz!) y acordamos mi madre y yo íbamos a aprender a bailar sevillanas. Si encuentro algún lugar seguramente me apunte. Todavía estoy pensando en apuntarme o no a aprender a bailar sardanas. ¡En fin, lo pensaré!

Y como ya he actualizado SP, me voy a leer un poco de Ayashi no Ceres (¡bendita seas, Juditsu, por dejarme mangas!) y a dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por tu comentario! ^_^