sábado, 27 de julio de 2013

Va de trabajos...

Me resulta curioso que no haya hecho un post sobre los trabajos donde he estado. La verdad es que llevo más de 10 años trabajando (cobrando el paro en dos ocasiones) y puedo decir que no me siento orgullosa de tener tanta experiencia laboral. ¡Es tan pesado! Tengo que ir explicando sobre lo que he hecho en lugares de trabajo donde no me van a contratar me resulta realmente incómodo. ¿Y por qué se que no me contratarán? Porque he hecho un poco de todo y nada en concreto.

Empecemos:

1. Tienda de frutos secos, patatas y legumbres
Fue mi primer trabajo de verano (sin contrato y con una edad menor a la permitida para trabajar -creo que 15-) donde estuve genial. La mujer era un amor y muy atenta. Siempre me daba patatas (que sobraban, por supuesto) y legumbres (que también sobraban...). Fue mi primer contacto con los clientes y con el dinero. Curiosamente no llegué a tocar el cambio de pesetas a euro. Y, muy a mi pesar, recuerdo pocas anécdotas de este lugar. La única que recuerdo con claridad es la de un hombre que venía siempre a comprar y te daba la cartera para que cobrases por ti misma. ¡El primer día que lo hizo me dio un susto de muerte!

2. Pizza World


Aunque es también mi penúltimo trabajo (regresé al pasar los años) se podría decir que éste fue mi primer trabajo con contrato. El inicio fue muy difícil y acabé por marcharme y regresar en varias ocasiones. El trabajo me gustaba, pero me provocaba mucho estrés. Además (y sin yo saberlo), se manifestaron mis primeras señales de dermatitis atópica. ¿Qué puedo decir? El trabajo me gustaba y mis compañeros también (la mayoría), pero es un trabajo muy sacrificado porque requiere estar ahí todas las festividades. De ahí salí con pareja las dos veces que me fui definitivamente.

3. Tienda Oficial FC Barcelona


Aunque mentí durante la entrevista diciendo que conocía mucho el FC Barcelona (era aficionada por mi hermano desde hacía años), con el tiempo me volví una experta en equipaciones y en jugadores. Esto me ayudó a dejar de lado mi afición por el Barça y volverme del Betis. Os juro que una se ve obligada cuando tiene que poner precios y alarmas a tanta ropa. ¡Acabas por odiarlo sí o sí! De aquí guardo recuerdos muy duros donde tenía que esforzarme al máximo por mantener la tienda con ropa y limpia, y tenía varios problemas con algunas personas. A pesar de todo, puedo decir que el trabajo me gustaba porque era muy tranquilo y me daba total libertad para estudiar por las mañanas y trabajar por las tardes. Lloré mucho cuando cerraron la tienda y me sentí un poco perdida.

4. Hipercor


Estuve en Hipercor antes que en la tienda del FC Barcelona, pero no llegué a relacionarme mucho con las compañeras porque me encargaba de la campaña de libros de texto. Además de sola, me sentía muy fea porque llevaba una falda horrible que se iba girando ella sola. Pero al volver me ofrecieron la oportunidad de trabajar como cajera, trabajo que me encantó (porque estaba sentada y llevaba pantalones, seamos realistas) y me permitió conocer a mis compañeras cajeras. Algunas me recordaban porque siempre estaba seria y sola. Pero justo cuando mejor me sentía, me trasladaron al Centro del Automóvil. Lo que al principio parecía ser un infierno (porque no me gustaba nada el tema y mi encargado de allí era un poco... especial), se acabó convirtiendo en un trabajo muy agradable. Poco a poco fui conociendo más sobre los coches y me desenvolví mejor en mi trabajo. Hasta que llegó mi operación de oído y mi cambio de horarios en la universidad, obligándome a ir solamente los sábados como cajera.

5. Fábrica cárnica
Os juro, prometo y vuelvo a jurar que es la faena más dura que he vivido en toda mi vida. El horario era de 6:30 de la mañana a 18:30 de la tarde (con dos horas que incluía desayuno y comida). ¿Qué problema había? Que el horario se podía alargar tranquilamente hasta las 20:30 (incluso habían días que estaban hasta las 21:30). Yo escuchaba con asombro como compañeras mías llevaban años trabajando allí. ¿En serio? A esto se le llama vivir para trabajar. Recuerdo que por las mañanas tenía que madrugar mucho y me iba a trabajar llorando (y no bromeo). Era desesperante no ver salir el sol nunca y salir de trabajar cuando el sol se había puesto. Además, lo combinaba con la pizzería, con lo cual no podía con mi alma de lo cansada que iba.
Para mas inri, estaba en una sala donde hacía un frío terrible (5º. Y no era la sala más fría de todas) y tenía que estar siempre de pie tocando carne. ¡ASCO! No es que sea vegetariana, pero tampoco es que sienta mucho amor por la carne. Debe apetecerme mucho para pedir carne o cocinarme carne. Pues imaginad lo que es tocar carne te guste o no.

6. Fundació Vila Casas
En este museo estuve trabajando como becaria (a la vez que en la pizzería) los fines de semana mientras hacía 5º de Historia. El trabajo era muy tranquilo (demasiado) y únicamente me encargaba de tareas como recibir a los visitantes y preparar fichas. Por supuesto, también tenía que encargarme de las visitas guiadas, las cuales me estuvieron martirizando durante los meses que estuve allí. Para los que hayan sido mis compañeros/as de clase sabrán que soy terriblemente tímida y que mi punto fuerte no son las exposiciones orales. Con lo cual, hice una visita guiada a la encargada del museo (nefasta) y otra a unas personas que venían de visitar el museo que se encontraba en la misma zona (nefasta también). Los sábados quedaba con una compañera de la universidad (que trabajaba en el museo de la misma fundación localizado en otro pueblo) para comer. ¡Era genial!

7. Preparación de lotes de libros


Este trabajo lo realicé en verano del año pasado (junto con la pizzería, como no) y este año (esta vez sin pizzería, gracias al cielo). El trabajo es muy duro y paso mucha calor, pero confieso que me encanta. Mis compañeros son personas muy divertidas (además de trabajar con una de mis mejores amigas de la licenciatura de Historia) y el trabajo es muy mecánico. El problema es que debes estar de pie y sin parar de trabajar en silencio. Mi trabajo consiste en repartir los libros en diferentes cursos y/o alumnos para la escuela que me dan. También me pueden mandar a vender estos libros (las veces que he ido no me ha tocado hacer de cajera. Y si me mandasen lo haría bastante mal porque no lo recuerdo), donde pagan la gasolina y la comida.

Por supuesto me faltan algunos trabajos donde he estado tan poco tiempo que no considero relevante añadirlos. Para mi desgracia, tengo muy poca experiencia en tiendas de ropa, donde me gustaría más trabajar (por el trato directo con el cliente y con la moda).

2 comentarios:

Miya dijo...

Eso de trabajar en muchos sitios y a la vez de nada lo entiendo perfectamente. Tu has tenido un montón de trabajos (el único que no sabía era el primero de la tienda de legumbres xD) y me siento bastante identificada, pq yo tmb he llegado ha tener varios y no es que me sienta muy orgullosa de los sitios que he estado... pero mira, cuando es necesaria la pasta, hay que trabajar de lo que se pueda!

Eleone dijo...

Ya. El problema es que al final no te cogen de ningún lugar porque no acabas de encajar en ningún perfil. Si hubiese trabajado en varias tiendas de moda, aún tendría un perfil concreto. Pero al estar en tantos sitios, supongo que las empresas piensan que ya encajaré en algún otro lugar donde quieran personas con experiencia en diferentes trabajos.

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