martes, 28 de julio de 2015

¡Ya tengo mi sello japonés!

A diferencia de muchos de mis compañeros del máster que están en Japón, yo no he necesitado hacerme un sello japonés (印鑑 いんかん (Inkan) 判こ はんこ (Hanko)). Ésto se debe a que no tenía necesidad de abrirme una cuenta bancaria o hacer trámites para un alquiler de piso. El sello japonés tiene la función de servir como una firma occidental.

Es por eso que hoy, aprovechando que quedaba con mis amigos y ellos han hecho varios, he aprovechado para hacerme uno. Ya tenía pensado mi kanji, el cual no tenía mucho que ver con mi nombre o mi apellido... 艦 かん (kan - buque de guerra). Tienen una forma alargada y se usa tinta roja para marcar sobre el papel (sobretodo, documentos oficiales).



Nos hicimos el sello japonés en Don Quijote, donde en menos de 10 minutos te lo puedes hacer a tu gusto por 500 yenes. En mi caso, costó un poco más (800) porque lo escogí de color rosa. También puedes escoger una forma y material diferente, encareciéndose un poco.

Por supuesto, estoy segura que para documentos más importantes (como la compra de un coche o una casa) no me serviría. Pero me hace mucha ilusión tener un sello japonés con un kanji tan... POTENTE.

lunes, 27 de julio de 2015

Regalos de cumpleaños

Después de celebrar mi cumpleaños en el Museo de Doraemon, empecé a recibir regalos de una forma sorprendente. Soy consciente de que es difícil felicitarme teniendo en cuenta que nunca pongo mi verdadero cumpleaños en Facebook (tengo puesto el de mi abuelo. Con año incluido). Por lo tanto, también imaginaba que no iba a recibir tantos regalos...


Mi primer regalo recibido el mes pasado. Por un error de fechas la hija de una amiga mía me hizo un retrato un mes antes de mi cumpleaños. ¡Me pareció tan mono que lo tengo colgado en la pared de mi habitación!


El día que fuimos al restaurante mexicano, mi amiga Gabriela me regaló un llavero precioso y me pagó la cena de ese día, mientras que mi amiga Liz me regaló una bolsa llena de chucherías.


Mi amiga Maru y su novio me hicieron varios regalitos relacionados con los gatos. ¡Menudo detallazo! Me da mucha pena usarlos porque son adorables, pero los usaré con mucho gusto por ella. ¡La adoro!


Mi amiga Yubin me regaló un peluche con forma de gato y un pañuelo, mientras que mi amiga Mai me regaló un punto de libro con forma de gato.


El club de español ¡Vamos! nos hicieron varios regalos cómo despedida. Pero como se enteraron que fue mi cumpleaños (¿¡cómo!?) a mi me regalaron más cosas. Me regalaron un peluche negro, una máscara facial y 2 libretas... todo de temática gatuna.


Mi amiga Hitomi me regaló un libro lleno de fotografías de gatos y una postal con unas bonitas palabras.


Mi amiga Satoko me regaló los libros de Hetalia (¡GRACIAS!) y 3 gelatinas buenísimas.


Mi amiga Hikaru me regaló varios regalitos. ¡No faltó la temática gatuna en ellos!


Carlos, mi compañero de la universidad, me regaló un libro de doujinshis yaois SasukexNaruto (me habría gustado estar presente en el momento de comprarlo) y unos calcetines rosas.

domingo, 19 de julio de 2015

Visita al Fujiko F. Fujio Museum (Museo de Doraemon)

Por sugerencia de mi amiga Maru-chan, decidimos ir el día de mi cumpleaños (30 ya...) al Fujiko F. Fujio Museum (conocido popularmente como el Museo Doraemon, a pesar de ser un museo dedicado al autor). Yo pensaba que íbamos a ir ella, su novio y yo, pero al proponérselo a mis amigos (Yubin, Chappu y Chuchu), decidieron también apuntarse. Por casualidades de la vida, Yubin y yo nos pusimos la misma camiseta en plan parejita...


Para ir al lugar, tuvimos que bajar en la estación Noborito, donde tuvimos que coger un autobús que te lleva directamente al museo. Lo más curioso de estos autobuses es que están decorados con dibujos del autor y cada uno es diferente.

 

Por supuesto hay que ir preparado y comprar las entradas antes en un conbini, donde puedes escoger el día y la hora a la que ir. Supongo que es una forma muy práctica para poder comprar las entradas para ir a los lugares, ya que así no te quedas en la puerta del lugar si se han acabado las entradas.

Hay que tener en cuenta que en la zona de exhibición no se pueden hacer fotografías (una lástima), pero tienes opción de ir con una audioguía (en japonés para adultos, en japonés para niños, en inglés, chino o coreano). En mi caso, escogí japonés para niños y fue un gran acierto porque lo entendí bastante bien.


Una vez sales de la zona de exposición, accedes a una zona más dinámica donde sí puedes hacer fotos. Por ejemplo, el woodcutter's spring, donde tienes que subir y bajar una palanca para que salga Gigante (Doraemon). No entiendo mucho el significado de esta "atracción", pero es curioso ver como todo el mundo le da a la palanca y se hacen la foto cuando aparece Gigante (nosotras hicimos foto y vídeo).


Antes de entrar en la sala para ver un corto del autor, nos pudimos hacer fotos por la zona. Hay un teléfono (que casualmente vi en el capítulo de Doraemon, el cual mandé de deberes a mis estudiantes), zona de purikuras... También hay una zona de lectura de mangas. 


Pero la zona más dinámica está en la tercera planta, donde hay varios lugares donde te puedes hacer fotos, además de un restaurante y una zona para comprar recuerdos.


La foto con Doremi haciendo la pose no podía faltar. Mis amigos se la hicieron un poco a regañadientes, pero yo no dudé en ningún momento. ¡Doremi es uno de mis personajes preferidos de la serie de Doraemon!


Y, por supuesto, no podía faltar la foto con la "porta màgica" (yo he visto siempre Doraemon en catalán... así que conozco los objetos por el nombre que le dieron en catalán). Ahora que lo pienso, podría haberme hecho una yo sola, ya que, para mí, éste es el objeto más famoso de la serie.


No recuerdo en que momento de la serie salió un dinosaurio, pero como Nobita y Doraemon no paraban de hacer cosas, supongo que en algún capítulo o película aparecía. Aquí tampoco podía faltar la foto de turno.


¡Y, finalmente, la mejor foto de todas! En la zona el parque donde siempre juegan los protagonistas de Doraemon. Me costó la vida subirme a los tubos, pero valió la pena para hacernos juntos la foto.

sábado, 18 de julio de 2015

-地域連携講座-「グローバルカフェへの誘い」~東海大学が開く魅惑の世界~を開催しました ・ スペイン


Hoy hemos tenido que hacer una presentación sobre España los 3 estudiantes de intercambio de la Universidad de Salamanca. Esta actividad era totalmente voluntaria y consistía en hablar sobre nuestro país de una forma amena y ante personas fuera del ámbito universitario.


Hemos hecho un power point donde cada uno de nosotros explicaba una parte diferenciada y ordenada para no mezclarnos. Además, hemos recibido la ayuda de una profesora y una alumna de español para explicar las partes más difíciles.

Yo - Presentación, Escudo y Bandera, Monarquía española, Mapa (mundial y español), Idiomas que se hablan en el territorio y Estaciones del año.
Carlos - Lugares famosos, Cultura y Comida.
Miguel - Historia y Personas famosas.
También los asistentes han ido haciendo preguntas (sobretodo al final).

En general ha sido muy divertido e interesante para todos, pero... como era de esperar, mi parte me ha costado horrores porque me he quedado en blanco. No me gusta nada hablar en público y eso se nota cuando me toca hablar delante de la gente y me quedo en blanco.

miércoles, 15 de julio de 2015

Mitama Matsuri en el templo Yasukuni

En verano se celebran una cantidad enorme de matsuris en Japón, pero como a mi me quedan pocos días y este último mes de Julio voy a tener muchos exámenes, aprovecho la mínima ocasión para escaparme e ir a ver un matsuri.


Mis amigos propusieron ir a visitar el Mitama Matsuri, conocido como el Festival de las luces y uno de los más famosos de Japón. En ella hay más de 30.000 linternas encendidas en honor a los soldados japoneses que lucharon y murieron por Japón.


El lugar me pareció muy bonito e iluminado gracias a las linternas. ¡Menos mal! Mi teléfono móvil hace unas fotos terribles por la noche. Además, pudimos ver los bailes tradicionales que se realizan durante los matsuris. Me habría gustado también probar con las demás personas, pero soy tan torpe que seguramente me habría tropezado...

 

La zona que más me gustó fue la parte de la entrada donde habían estas figuras. No he logrado encontrar como se llaman ni que representan, pero con la brisa del viento parecía que bailaban.

 

Debido a la cola que había, no pudimos lanzar nuestra moneda para rezar, pero si que aprovechamos la ocasión para conseguir un omikuji y ver que suerte nos esperaba. Todavía no logro comprender el mío porque no especifica si es buena o mala suerte, pero mis amigos tuvieron bastante suerte.


Tampoco podía faltar una foto en la zona de las lámparas más pequeñas. Aquella zona también tenían, aparte de lámparas con escritos, algunas lamparas con dibujos muy bonitos.

La única pega de esta festividad es que no hay ni una parada para comer debido a unos incidentes ocurridos la vez anterior. ¡Neri y yo queríamos comer takoyaki!

domingo, 12 de julio de 2015

Subida al Monte Fuji

Hace años mi Jude y yo nos propusimos subir al Monte Fuji en nuestro viaje por Japón pero por motivos de salud (míos) fue imposible. Por eso, al estar un año en Japón, quería subir sí o sí antes de los 30 años. Así que cuando Debi lo propuso hace unas semanas no dude en apuntarme. Al final decidimos apuntarnos a la gran locura 4 personas (incluidos nosotros 2).

Pero teníamos que ir muy bien preparados para la aventura, ya que no es un paseo de 5 minutos. Después de varias charlas por Hangout para organizarnos y comprar una linterna para cada uno y oxígeno, esperamos el día señalado con ilusión (... en realidad yo esperaba que se cancelara en el último momento debido al mal tiempo que estábamos teniendo últimamente...)

Por la mañana preparé concienzudamente la maleta, con temor a llevar muchas o pocas capas de ropa. Después de pensarlo mucho opté por no comprar ropa de escalada porque no soy aficionada a esta actividad.


Quedamos todos para comer y organizarnos un poco, comprando onigiris y bebidas antes de subir al autobús que nos llevaría a la 5º estación del Monte Fuji.


El trayecto hacia nuestro destino fue muy tranquilo. Sobretodo, la subida hacia la 5º estación del Monte Fuji ofrecía unas vistas preciosas.


Una vez en la 5º estación tienes varios lugares donde puedes comer y un lavabo gratuito (tened en cuenta que mientras vas subiendo, hay que pagar 200 yenes). Aunque parezca mentira y engañe la vista, la cima esta MUY LEJOS. Insisto, MUY LEJOS.

 

Después de descansar y hacer estiramientos para la subida (y el payaso, ¿por qué no?) decidimos subir a las 9.30 de la noche. Antes de subir, tienes que pagar 1000 yenes para ayudar a preservar la zona. A cambio, recibes unos panfletos con información de la zona y una chapa.


De la estación 5 a la estación 6 el camino es relativamente fácil y bastante llano. El problema es que Neri se empezó a encontrar mal y parecía que se iba a rendir en cualquier momento.

De la estación 6 a la estación 7 nos separamos (¡mal!), quedándose Josep con Neri y yo con Debi. Al final Debi se adelantó porque yo iba bastante lenta.

En ese momento opté por ir escuchando música a partir de ahí para animarme a mi misma. Quiero destacar que la vista nocturna era preciosa. Las luces de la ciudad se veían a lo lejos, pero lo mejor era la vista del cielo, donde aquello parecía un mar de estrellas. Lástima que mi móvil no pudiese hacer fotos porque al levantar la vista al cielo no podía describir con palabras las emociones que sentía en ese momento.

 

De la estación 7 a la estación 8 (a todas, porque hay muchísimas) fuimos Neri y yo poco a poco, mientras que Debi y Josep se adelantaron. Neri cada vez se encontraba mejor, pero era mejor asegurarse de estar bien e ir respirando oxígeno y bebiendo Aquarius cada vez que nos parábamos.


Finalmente, en la nueva estación 8 (insisto, es que hay 4 estaciones 8 y es un lío), Neri y yo decidimos parar. En el último tramo yo empecé a encontrarme fatal y notaba que no podía respirar bien. Era como si, a pesar de respirar, no me llegaba el oxígeno. Así que tomamos la decisión de ver la salida del sol desde ese punto, teniendo en cuenta que no llegaríamos a tiempo de verlo desde la cima y nos quedaba la bajada.




Tuvimos que esperar poco más de 1 hora, donde el frío y el aire eran insoportables. A pesar de todo, la espera valió la pena y pudimos ver la maravillosa salida del sol.


Foto del momento más bonito de la subida al Monte Fuji. Nos sentimos muy orgullosas de haber llegado hasta ese punto porque no estábamos entrenadas y estamos convencidas de no repetir la aventura.

La bajada resultó un auténtico infierno para mí, ya que sentía mucho miedo de tropezarme o resbalarme. Antes de llegar a la 5º estación, Neri y yo pensamos que sería buena idea esperar a los niños para ir todos juntos (además, así aprovechábamos para descansar también).


Una vez todos juntos en la 5º estación, queríamos adelantar los billetes de autobús, ya que sino teníamos que esperar unas 5 horas. Fue una lástima no poder, así que aprovechamos para comer, dormir (yo quería estar despierta, pero era la primera en caer muerta de sueño... como se puede ver en las continuas fotos que me hicieron...) y comprar recuerdos.

En total fueron unas 12 horas de aventura (incluyendo el rato de descanso). Así que si alguien quiere subir, le recomiendo prepararse y mentalizarse muy bien, ya que el trayecto no es nada fácil.


Y, como último, la foto protagonista de este viaje: las bragas tiradas en el suelo a medio camino... No quiero saber el motivo por el cual estaban allí.

Por cierto, os pongo un link de una guía que ha hecho mi amigo Debi para subir al Monte Fuji.