miércoles, 26 de agosto de 2015

La Tomatina - Buñol


Cuando estaba en Japón, mis amigos japoneses no paraban de hablarme de la famosa fiesta de la Tomatina. Como Gabi no sabía que regalo hacerme para mi cumpleaños y él tenía fiesta en el trabajo, decidí que iba a ser un buen regalo para mí. Así que escogimos 3 días para estar en Valencia, yendo el segundo a Buñol, lugar donde se celebra la Tomatina. Esta fiesta se celebra cada año en el miércoles de la última semana de Agosto.


Este año, a diferencia de los anteriores, para poder entrar había que comprar por Internet la entrada. Nosotros compramos billete de autobús y entrada (costando unos 40€ aproximadamente cada uno). Una vez allí, cambias tu entrada por una pulsera y esperas a que a las 11 se inicie la fiesta (los vecinos de la zona te van tirando agua "amablemente").


Al inicio nos pusimos justo en medio, donde recibí varios tomatazos en la cara y los hombros (no entiendo cómo, si soy muy enana). Viendo el peligro que corríamos, decidimos alejarnos un poco del epicentro... aburriéndonos bastante. Así que hay 2 opciones: ponerte en medio (muy divertido pero peligroso) o ponerte un poco más alejado y aburrirte como una ostra.

En general fue una gran experiencia que merece la pena compartir con amigos (para hacer el loco y después continuar con la fiesta). Está claro que no voy a volver a repetir.

sábado, 22 de agosto de 2015

Cosas que echo de menos de Japón

Justo en Enero hice un post sobre las cosas que echaba de menos de España. Curiosamente, dije que quería volver a casa... ¡Y justo ahora me encuentro que quiero volver a Japón! No hay quien pueda entenderme, ¿verdad?

Mis amigos
Echo muchísimo de menos a todas las personas que he dejado detrás. Me quedo con todos los buenos recuerdos que tengo con ellos y con la amistad que permanecerá a pesar de que pasen los días (o eso espero).


Merece una mención especial mi querida Maru. La pobre tuvo que aguantar todas mis quejas sobre cualquier tontería que se presentase. Echaré muchísimo de menos quedar casi todos los fines de semana. Sigo pensando que ella era una de las mejores influencias que he tenido durante mi estancia en Japón y ha sido uno de mis pilares para no desesperarme.

 

Mis amigos del grupo de Facebook de EsPorJap, quienes me ayudaron en los momentos más duros y consiguieron arrancarme una sonrisa.


Por supuesto, mis compañeros de clase con quien conseguí aprender japonés y mejorar día tras día. A veces notaba que la diferencia de edad era muy grande, pero ha sido muy divertido.

 

Las purikuras
Toda persona que ha estado conmigo en Japón ha sido víctima de estas curiosas fotografías. Tal y como dice mi novio, todo parecido con la realidad es pura coincidencia (¡gracias, photoshop!). A pesar de todo, es muy divertido hacerte estas fotografías y decorarlas.


El karaoke
No soy la mejor cantante del mundo, pero ir al karaoke era uno de mis grandes placeres. Por si alguien lo dudaba, cantaba en japonés. Mi japonés no es gran cosa, pero me permite cantar canciones en este idioma.

  

La comida
Aunque me cuesta mucho encontrar comida que me guste, la comida japonesa me gusta bastante (sobretodo el shabushabu, takoyaki y tonkatsu). El problema de esta comida en territorio español es que no está muy buena y/o es cara.

 

El manga
Sobretodo de segunda mano (Book off) el manga es MUY BARATO. Era una auténtica tentación el ir a esta tienda y no arrasar con todo manga. Pero tengo que ser paciente y vender primero mis tomos y, una vez tenga dinero, comprarlos en japonés.


Estudiar japonés
Aunque al final me costaba muchísimo porque habían cosas que no entendía, echo de menos estudiar únicamente japonés. Soy consciente de que me costará mucho estudiar japonés con la distancia, pero estoy mentalizada en no dejar de leer ni de estudiar japonés.

miércoles, 19 de agosto de 2015

¡Adiós, Japón! ¡Hola, España!

Al igual que ocurrió cuando me fui de España, no me he dado cuenta del tiempo que me quedaba en Japón. Después de tantas despedidas y haber exprimido al máximo el tiempo que me quedaba, me he dirigido hacia el aeropuerto de Narita junto a mi amiga Satoko. Me he despedido muy a mi pesar de Neri, a quien agradezco que me haya adoptado durante mis últimos días.

Ya en el aeropuerto, me he sorprendido de 2 cosas. Aeroflot quería cobrarme por mi maleta de mano (creían que pesaba más de la cuenta) y quería cobrarme por mi maleta (decían que era demasiado grande). Sólo puedo llegar a una conclusión: querían cobrarme sí o sí. Y era un problema porque no tenía dinero. He tenido la suerte de salir airosa y meter en mi bolso tanto peso que seguramente pesaba más que la maleta de mano.


No he podido evitar llorar al despedirme de mi amiga Satoko y de Japón, país que considero mi segunda casa. El viaje fue un desastre. A mi lado tuve un grupo de adolescentes catalanes insoportables que no paraban de hablar y de moverse. Intenté pasar desapercibida y no hablar con ellos, ya que me sentía muy triste por marcharme de Japón.

La comida de los 2 viajes estuvo bastante bien (sobretodo los postres) y recibí muy buena atención de las azafatas (esta vez no pensaban que era rusa).

  

Como en Moscú tenía que esperar 15 horas, decidí reservar un hotel por horas. Ya en tierras rusas tuve más depresión que nunca. ¿En el aeropuerto no saben inglés o qué? A pesar de hablarles en inglés, no pararon de hablarme en ruso. En fin, nefasto. Además, el trato que recibí fue nefasto. ¡Casi me pongo a llorar al recordar la buena educación japonesa!

La pena me duró muy poco ya que pude descansar algunas horas antes de volver a España. Una vez pisé tierras catalanas me encontré con mis padres, quienes vinieron a buscarme al aeropuerto. ¡Qué alegría volver a abrazar a mi familia!

sábado, 15 de agosto de 2015

Comiket 88 y festival Touro Nagashi

Arrastrada por Neri, decidí ir al Comiket 88 celebrado en Tokyo Big Sight, en la ciudad de Odaiba, entre el 14 y el 16 de Agosto.


Estoy muy desconectada del mundo manga-anime (y de doujinshi ya ni te digo), pero me hacía mucha ilusión poder ir. Hay 2 autoras de manga yaoi que me gustan mucho y que me habría gustado ver, pero como íbamos muy justas de tiempo no pudimos. Una lástima, pero bueno...


Como casi-hikikomori que me considero, me sentí muy agobiada en un sitio tan lleno de gente. Neri y yo tuvimos que ir cogidas de la mano (bajo la atenta mirada de varios japoneses). Hicimos un rápido recorrido por los diferentes stands. Tuve la tentación de comprar varios doujinshi de Hetalia y Naruto, pero aguanté la tentación de forma estoica.


Una vez terminamos de visitar todo, nos acompañé a Neri al trabajo y me fui hacia Asakusa, donde había quedado con Anna y Josep. Teníamos pensado ver el festival Touro Nagashi, el cual se celebra el penúltimo o último día de la semana del Obon. En ella se despiden a los difuntos, se reza por las víctimas de la guerra y se desea paz en el mundo. Al lado del río se encienden pequeños farolillos de papel con una vela encendida y un mensaje con un deseo dentro.


La verdad es que fue un poco decepcionante porque apenas habían farolillos y no había muy buena visibilidad. Por suerte, al lado se celebraba un pequeño matsuri, donde estuvimos viendo los bailes y comiendo.


Yo volví a beber por segunda vez en mi vida un ramune.


A continuación, nos fuimos todos juntos a un bar, donde nos esperaba Debitto. Fuimos a un conbini a comprar chucherías y bebidas y nos sentamos en el suelo a charlar. Cuando se hizo la hora de volver, nos hicimos una foto y... me puse a llorar a la hora de despedirme. Suele ocurrir cuando las despedidas son largas y tienes tiempo de decir adiós.


Muchas gracias por todo, chicos. ¡Os quiero y siempre os llevaré en mi corazón!

jueves, 13 de agosto de 2015

¡Hasta pronto, Hokkaido! // またね、北海道!

Después de dormir algunas horas, me he levantado a las 4.30 para arreglarme y dirigirme al aeropuerto.


Estaba un poco preocupada porque no sabía si iba a tener tiempo de llegar al aeropuerto New Chitose con tiempo. Por suerte, he podido sacar el billete electrónico sin tener que embarcar la maleta. Supongo que al ser vuelo nacional no hace falta pasar por tanto control.


Ha sido corto pero muy intenso. Me ha encantado estar en Hokkaido y no descarto la idea de volver muy pronto por mis estudios.